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#Invernaderos, exitoso negocio agrícola

LA INTEGRADORA HORTÍCOLA «LAN YUU KITS» PRODUCE MÁS DE OCHO MIL TONELADAS DE TOMATE EN 1.5 CICLOS AL AÑO, DONDE TRABAJAN 200 FAMILIAS Y SE GENERAN 800 EMPLEOS PERMANENTES.

SAN PABLO GÜILÁ, SANTIAGO MATATLÁN, OAX.- Decepcionado porque en su pueblo el suelo semi-árido no era propicio para el trabajo del campo –pues aquí ni el maíz crece–, hace casi 20 años José se embarcó en una aventura que lo alejaría tres años de su tierra y de su familia. En busca del sueño americano, tuvo que emigrar hacia los Estados Unidos, donde trabajó como jornalero en campos de tomate y pimiento.

Un par de años después, volvió a Oaxaca, convencido de que ya no quería estar alejado de los suyos y decidido a  retomar su experiencia laboral para instalar aquí el primer invernadero del pueblo -de mil 200 metros cuadrados–, con el que pretendía enfrentar las carencias económicas e iniciar una vida mejor. Vendió una camioneta y gestionó un crédito para emprender el proyecto.

CUMPLIENDO UN SUEÑO

Sin saberlo, José Melchor Pérez estaba cimentando las bases de lo que hoy es la Integradora Hortícola «Lan Yuu Kits», que produce más de ocho mil toneladas de tomate en 1.5 ciclos al año; en ella trabajan alrededor de 200 familias y se generan 800 empleos permanentes para personas de la localidad.

Hoy, la empresa exporta tomate Saladette y «Bola» a Detroit y Chicago en los Estados Unidos y en unos cuatro o cinco meses inaugurará un centro de acopio y empacadora que permitirá darle un valor agregado a la cosecha.

Este proyecto, además, formó parte del equipo de trabajo con el que el gobierno de Oaxaca participó en la 18 Reunión de Intercambio de Experiencias Exitosas en Desarrollo Rural Sustentable, Rendrus 2013, celebrada en la ciudad de Toluca en diciembre pasado.

PROYECTO CON HISTORIA

Aunque el proyecto inició en el año 2007 –cuando José Melchor instaló el primer invernadero–, fue hasta el  2008, mediante un programa de ejecución nacional con la Sagarpa, que él junto con otros productores lograron un apoyo para sembrar tres hectáreas de invernadero, donde el 70 por ciento de la inversión lo puso la dependencia y el 30 los productores, promoviendo así la  adhesión de más campesinos.

Muy pronto, éstos comenzaron a organizarse para crear Sociedades de Producción Rural (SPR). José, con otras personas, fundaron la SPR «Daan Llia», empresa certificada por el Sistema Nacional de Sanidad, Inoculidad y Calidad Agropecuaria y Alimentaria (Sinasica) en «buenas practicas agrícolas».

Hoy día existen 180 unidades de producción rural con superficies que van de los 700 metros cuadrados hasta cerca de una hectárea, además de existir al menos 28 SPR que mantienen el mismo modelo de producción y que están incluidas dentro de la Integradora Hortícula «Lan Yuu Kits».

HORTALIZAS EN «CASAS BLANCAS»

El Valle de San Pablo Güilá se encuentra «vestido» de «casas blancas» donde se cultiva el tomate. Los pasillos de los invernaderos exponen regordetes y verdosos tomates; los ligeramente rojizos ya fueron cosechados para ser enviados a Puebla, donde una empacadora los enviará a los Estados Unidos.

Afuera de los invernaderos también «se cosecha agua», pues los productores construyeron represas para regar los cultivos. Hay cerca de 10 ollas de agua, dos presas de mampostería, una represa y además cuentan con seis sistemas fotovoltaicos autónomos (celdas solares) para el bombeo de agua, ya que la energía eléctrica es escasa.

El gerente general de la Integradora, Julio César Porras de la O, explicó que con este sistema de bombeo se riegan cerca de dos hectáreas y se reduce el costo de inversión, porque los productores hacen una sola vez el gasto, y además las bombas de agua duran hasta 15 años.

«Ahorramos costos y contribuimos con el medio ambiente, porque dejamos de utilizar energía eléctrica y gasolina que son contaminantes, por lo que éste es un trabajo integral y ecológico», señaló.

También hay escuelas de campo donde hacen las pruebas de varias variedades de tomate; luego de que los experimentos sean exitosos, ya podrán aplicarse al resto de las naves (invernaderos).

IMPACTO SOCIAL

Porras de la O aseveró que la empresa persigue como uno de sus objetivos, reactivar la economía local, puesto que este pueblo estuvo por muchos años marginado social y económicamente.

«Hoy, los hijos de los agricultores están estudiando en la Universidad de Chapingo, en escuelas de la ciudad de Oaxaca y están cursando estudios relacionados con la agronomía. Ya hay negocios en el pueblo, cosa que antes no sucedía», señaló.

Lo anterior ha impactado positivamente, pues el nivel de escolaridad se ha incrementado de forma proporcional al exitoso desarrollo y producción de los invernaderos.

«Los productores y la comunidad han podido mandar a sus hijos a la escuela; hoy, la comunidad cuenta con más servicios y negocios. Ellos destacan que por lo menos ya comen tres veces al día, pues antes sólo hacían una comida o una comida y media y consumían únicamente tortillas, chiles y frijoles», mencionó.

Asimismo, dijo que el 70 por ciento de los trabajadores son mujeres.

Cambian marihuana por tomate

«Antes, la comunidad era reconocida por la siembra de  cultivos ilícitos  como la marihuana, mucha gente se dedicaba a eso, pero ahora esto ha cambiado, lo han ido transformando… con la idea del señor José Melchor de entrarle con los invernaderos,  las personas vieron la posibilidad de tener ingresos a partir de cosechas como el tomate», aseveró.

Dijo que los cultivos de marihuana ya son parte de la historia y en toda la zona de invernaderos no hay una sola planta de  este tipo, pues un gran porcentaje de la población se dedica esencialmente a la siembra y cosecha de tomate.

UBICACIÓN:

La localidad de San Pablo Güilá está situada en el municipio de Santiago Matatlán, cuenta con 3 mil 932 habitantes. El porcentaje de analfabetismo entre los adultos es del 20.27 por ciento –14.17 en los hombres y 25.45 en las mujeres–,  y el grado de escolaridad es de 4.60.

En San Pablo Güilá, el 86.47 por ciento de los adultos habla alguna lengua indígena.

En la localidad hay 760 viviendas, de las cuales el 0.25 por ciento disponen de una computadora.

 

 

HUGUET CUEVAS//FOTOS: EMILIO MORALES NoticiasNet.com

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