
Un sistema de torres flotantes podría ofrecer más espacio para la agricultura en lugares en donde las granjas no cabrían.
Siendo uno de los países más densos del mundo, con cerca de 12.500 personas por kilómetro cuadrado, Singapur no tiene espacio para las granjas. Casi todos los alimentos allí son importados de otros lugares, a veces de lugares tan lejanos como Brasil o Argentina. Pero, ¿podrían los cultivos verticales flotantes hacer de la comida local una realidad?
Arquitectos de la firma de diseño Forward Thinking Architecture, ubicada en Barcelona, han propuesto un nuevo sistema de torres circulares que podrían flotar en puertos locales y así proveer nuevo espacio para cultivos durante todo el año. El diseño, que recibe el nombre F.R.A (por su acrónimo en inglés para floating responsive architecture, o arquitectura sensible flotante), está inspirado en parte por las piscifactorías flotantes que han sido usadas localmente desde 1930.
La forma inusual tiene el propósito de ahorrar espacio y maximizar la luz que llega a las plantas. “Usamos el sol como un impulsor de diseño”, dice Javier Ponce, director de JAPA. “La forma de círculo permite que la estructura vertical reciba mayor cantidad de luz solar sin tener sombras significativas”.
A lo largo de las torres, una red sensores supervisaría los cultivos y se comunicaría en tiempo real con redes en la ciudad. Los arquitectos visualizan la creación de un sistema de manejo de datos que haría el seguimiento de la cantidad de comida la gente está comprando, para que así la granja pueda ajustar la producción de manera automática. “El sistema tendrá como objetivo la producción cero de residuos alimentarios”, dice Ponce.
Aunque el diseño solo es un concepto, los arquitectos esperan colaborar con el gobierno de Singapur, junto con las compañías locales de tecnología y las organizaciones relacionadas con alimentos para hacerlo realidad. “Un conjunto de prototipos a pequeña escala podrían ser un punto de partida interesante”, dice Ponce. Los diseñadores están investigando cuánta energía requeriría el sistema y qué tanta comida estaría en capacidad de producir.
Algo similar también se podría usar en otros países con costas densamente pobladas. “Como un ejemplo, estamos observando las ciudades de rápido crecimiento en China”, cuenta Ponce. “Creemos que este tipo de iniciativas pueden aplicarse más cerca a los centros urbanos existentes y emergentes con el fin de mitigar los problemas futuros de alimentación. Esto puede transformar los territorios próximos a una ciudad en ambientes más estimulantes, capaces de autoproducir alimentos de calidad para evitar importaciones masivas desde el extranjero”.
Vía Fast co.EXIST
Imágenes por Forward Thinking Architecture