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Construcción paso a paso de un invernadero para tu jardin

Cómo hacer un invernadero casero:

Guía práctica: Cómo construir un invernadero familiar

Este 2014 es el Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF), que tiene como objetivo “aumentar la visibilidad de la agricultura familiar y a pequeña escala al centrar la atención mundial sobre su importante papel en la mitigación del hambre y la pobreza, la seguridad alimentaria y la nutrición, para mejorar los medios de vida, la gestión de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y lograr el desarrollo sostenible, en particular en zonas rurales”.

La primavera pasada pusimos en marcha en casa una idea que llevábamos algún tiempo considerando: construir un invernadero casero.

Nos alegra poder ofrecer ahora una guía de este proyecto, que no ha hecho más que darnos satisfacciones, ya que, aunque teníamos un pequeño huerto ecológico casero, con el frío del invierno no podíamos sembrar casi nada.

Cómo construir un invernadero familiar en el jardín

Si tenéis un jardín o un huerto y queréis construir un invernadero, aquí os mostramos algunas ideas, con algunas fotos del proceso paso a paso.

Invernadero17

Personalmente lo recomiendo porque es relativamente fácil de hacer y un placer tener a mano verduras todo el año. Si además este cultivo es ecológico, mucho mejor, porque tendremos todas las vitaminas y minerales sin pesticidas ni abonos.

Las ventajas de sembrar en invernadero son muchas, aunque lo más importante es que las plantas están protegidas de las bajas temperaturas, consiguiendo un microclima en el que podemos sembrar sin tener que esperar a la temporada normal de plantación.

También podremos hacer nuestros propios semilleros para tener los plantones a punto al llegar la temporada primavera-verano, así ahorramos en la compra de planteles y nos aseguramos que sean ecológicos.

Otra ventaja del invernadero es que nos permite guardar y proteger en invierno las plantas ornamentales. En cambio en verano podremos secar hierbas aromáticas, frutas, etc.

Manos a la obra.

Materiales necesarios

Lo primero que tenemos que decidir es el tamaño del invernadero, para poder calcular el material y las medidas necesarias. El que os mostramos a continuación tiene unos 20 metros cuadrados, con medidas de 4,5 x 4,5 metros.

Es conveniente elegir el lugar del jardín más soleado y orientado hacia el sur, ya que las plantas necesitan muchas horas de luz solar, y lo mejor es el sol de las mañanas.

  • Nivelar el terreno elegido si hace falta
  • Marcar con una línea, una cuerda o con ceniza el tamaño y la forma elegida

En nuestro caso, quisimos aprovechar una estructura metálica que antes era un parral. Hicimos cuatro hoyos a modo de cimientos, uno en cada esquina, de unos 40 centímetros de profundidad y 40 de ancho, y dentro pusimos un dado o bloque cuadrado de hormigón de 30 x 30 centímetros, como se puede ver en la foto.

Construcción de los cimientos del invernadero

A continuación tendremos que insertar el tubo de hierro galvanizado en medio del dado y llenar con mortero u hormigón hecho con gravilla, arena y cemento, mezclando algunas piedras.

Refuerzo metálico en la base

De todas formas, el invernadero se puede hacer sin esta estructura metálica, sólo con madera, pero en nuestro caso era una forma de reciclar material y darle más robustez a la construcción. En los días de fuerte viento, estamos más tranquilos con este refuerzo metálico bien fijado al suelo.

Después cavamos cuatro hoyos más, esta vez en el centro de los laterales, para fijar los postes de madera. En las fotos se ve con más detalle cómo lo hicimos.

El siguiente paso tampoco es imprescindible, pero le da al invernadero un mejor cerramiento, para evitar la entrada de roedores u otros animalitos no invitados. Hicimos una pequeña zanja de unos 5 centímetros de profundidad y 10 de ancho por todo el contorno, marcado por la línea que antes habíamos delineado, coincidiendo con los hoyos que ya hemos hechos.

Después llenamos la zanja con mortero y ponemos una hilera de ladrillos, uniéndolos con una mezcla de arena y cemento. Tendremos que hacer todo el contorno, menos en el lugar donde hayamos decidido hacer las puertas, lógicamente.

Foto del contorno y la puerta

Una vez tuvimos los pilares metálicos anclados en el suelo, colocamos los arcos uniendo los tubos:

El invernadero familiar con pilares metálicos

Ahora es el momento de fijar la estructura con listones de madera en los laterales y el techo, para el armazón del invernadero. Para un tamaño de invernadero similar recomendamos listones de 3,5 x 5 cms.

Armazón de madera

Es conveniente que tenga dos puertas porque en verano necesitaremos que pase el aire y se airee bien todo el invernadero. En el lugar donde hayamos decidido hacer las puertas, colocamos los marcos.

Puertas y marcos de la construcción

El siguiente paso fue ensamblar el techo con maderas y tornillos, como en la foto (el techo está hecho a dos aguas). En nuestro caso, añadimos la estructura de madera para dar forma a los dos lados del techo.

Si hubiéramos utilizado únicamente los arcos metálicos, habríamos tenido dos arcos y techos semicirculares, pero nos pareció más sencillo a dos aguas para poder recoger el agua de lluvia de manera más sencilla.

Los pilares de madera en el centro de la parte frontal y trasera son de 20 x 5 cms y unos 3 mts. de altura. Los listones de madera en las esquinas van atornillados a los tubos metálicos de forma que ambas estructuras formen una sola y sea robusta.

Techo del invernadero a dos aguas

Una vez hecho todo el armazón con el hierro y la madera, es el momento de colocar la cubierta trasparente o translúcida, con lámina plástica enrollable o con policarbonato rígido (grosor de 6 mm). Nosotros optamos por este último para el techo y dos paredes laterales.

Ahora es el momento de elegir donde queremos hacer las ventanas, complemento a las puertas para la ventilación cuando hace mucho calor.

Ventanas del invernadero

Aquí se ve desde el interior el invernadero ya cubierto con las placas de policarbonato, tanto el techo como los laterales.

Interior cubierto y laterales

Por fin ya podemos empezar a formar las camas altas, aunque lógicamente no son imprescindibles, ya que se puede sembrar directamente en el suelo. En este caso tedremos que cavar y preparar el suelo con tierra y compost. Nosotros hemos elegido este tipo de camas altas porque trabajar en ellas es más fácil (no hay que agacharse tanto) y a la vez la tierra se mantiene más blanda, ya que no se pisa.

Hemos hecho una cama alta cuadrada de 100 x 100 centímetros, con una hilera de bloques de hormigón de 50 x 20 x 10 cms. y encima de ésta otra de madera, pero también se pueden hacer las dos hileras de bloques o solo de madera.

Huerto con camas altas

Una vez hecho el cuadrado de la cama alta forraremos de lámina plástica la parte interior para que la madera no coja humedad y llenaremos con buena tierra, arena y compost. Sugerimos poner abajo restos de ramitas y hojas secas para que la tierra no se apelmace.

Lámina plástica en el interior de las camas altas

La puerta de nuestro invernadero familiar es reciclada. También aprovechamos dos ventanas usadas para ponerlas en el lateral.

Puerta del invernadero reciclada

Ventanas en el lateral

Vista interior del invernadero con las camas altas. Algunas son cuadradas y otras rectangulares. Por cierto, es conveniente dejar unos pasillos de 40 o 50 cms. para poder pasar y trabajar.

Vista interior con las camas altas

Camas altas con pasillos

Un par de semanas después ya podemos ver el invernadero a pleno rendimiento:

Invernadero para verduras y hortalizas

Cama alta con tomateras sembradas

Cosecha de coles y pepinos

Aquí se puede ver la mesa de trabajo, hecha con maderas recicladas. Es muy práctica y necesaria para guardar las herramientas y poder trabajar cómodamente:

Mesa de trabajo para herramientas

Vista exterior, con el compostero en primer plano y el depósito de recogida de aguas pluviales al fondo a la derecha:

Vista exterior del invernadero, compostero y depósito de agua

Fuente: CocinaSalud.com

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