

El orden Rosales es un taxón incluido en la subclase Rosidae, clase Magnoliopsida, según Cronquist. Rosales es el orden superior a la familia Rosaceae (rosáceas).
Video-tutorial en HD del Capítulo I, de la serie «Como cultivar bellas rosas». Esta serie consta de 6 capítulos que se irán subiendo progresivamente.
El género Rosa está compuesto por un conocido grupo de arbustos generalmente espinosos y floridos representantes principales de la familia de las rosáceas. Se denomina rosa a la flor de los miembros de este género y rosal a la planta.

El número de especies ronda las cien, la mayoría originarias de Asia y un reducido número nativas de Europa, Norteamérica y África noroccidental. Tanto especies como cultivares e híbridos se cultivan como ornamentales por la belleza y fragancia de su flor; pero también para la extracción de aceite esencial, utilizado en perfumería y cosmética, usos medicinales (fitoterapia) y gastronómicos.
Existe una enorme variedad de cultivares de rosa (más de 30 000) a partir de diversas hibridaciones, y cada año aparecen otros nuevos.
Las especies progenitoras mayormente implicadas en los cultivares son: Rosa moschata, Rosa gallica, Rosa damascena, Rosa wichuraiana, Rosa californica y Rosa rugosa. Los cultivadores de rosas o rosalistas del siglo xx se centraron en el tamaño y el color, para producir flores grandes y atractivas, aunque con poco o ningún aroma. Muchas rosas silvestres y «pasadas de moda», por el contrario, tienen una fragancia dulce y fuerte.
Las rosas están entre las flores más comunes vendidas por los floristas.
El rosal es una de las plantas más populares de los jardines, incluso existen jardines específicos llamados rosaledas o rosedales, donde se exponen únicamente los miembros del género, cuya variedad es tan extensa que comprende desde rosales miniatura de 10 o 15 cm de altura, hasta grandes arbustos, trepadores que alcanzan varios metros de altura o rastreros utilizados como cubre suelos.
Etimología
En español —y en otras lenguas romances también—, el término «rosa» proviene directamente y sin cambios del latín rosa, con el significado que conocemos: «la rosa» o «la flor del rosal»; devenido del vocablo previo rodia [ródja] —por cambio similar como en: Clausus por Claudius—. Este último arcaísmo latino es, a su vez, prestado —a través del osco— del griego antiguo ρόδον [rhódon] «la rosa», «la flor del rosal» o mejor rhodéa, «el tallo de la rosa», «el sostén de la flor».
A partir del griego antiguo se alude al posible significado de rhódon como «efluvio oloroso», «lo que es fragante», o «lo que desprende olor»; originado como término compuesto: por ροήdon o sino también de wrodion [bródion] en el antiguo dialecto eólico, raíces correspondientes con el persa antiguo vereda o v’reda (y sus dialectos: avéstico warda, sogdiano ward y parto wâr), como una voz irania traspasada desde el sur de Armenia a Frigia y de ahí a Grecia. Y previamente de un origen tan antiguo como el arameo wurrdā y hasta del asirio wurtinnu.
En cuanto a la base, el núcleo deriva de una raíz indoeuropea vardh- [wardh], vradh- [wradh], «crecer», «erguir(se)»; donde en sánscrito wardh-as, significa «germinante», y wardhati, «elevar(se)», «prosperar».
Por otra parte, puede ser un derivado de una raíz grecolatina vrad-, «plegarse», «hacerse flexible». Y por ahí también del griego rodanós, rádinos, y el eólico bradinós, «blando» o «flexible». Color claro.
Rosa también es un término coincidente con varios nombres germánicos que tienen la raíz hrod, con el significado de «gloria».
Descripción
Los rosales son arbustos o trepadoras (a veces colgantes), generalmente espinosos, que alcanzan de dos a cinco metros de altura, en ocasiones, pueden llegar a los 20 m trepando sobre otras plantas.
Tienen tallos semileñosos, casi siempre erectos (a veces rastreros), algunos de textura rugosa y escamosa. Presentan notables formaciones epidérmicas persistentes, bien desarrolladas y de formas variadas, conocidas como espinas o aguijones.
Las hojas pueden ser perennes o caducas, pecioladas e imparipinnadas con cinco a nueve folíolos de borde aserrado y estípulas basales. Es frecuente la presencia de glándulas anexas, odoríferas o no, sobre los márgenes.
Las flores, generalmente aromáticas, se agrupan en inflorescencias racimosas, formando corimbos. Son flores completas, hermafroditas, regulares, con simetría radial (actinomorfas). El perianto está bien desarrollado. El hipanto o receptáculo floral prominente en forma de urna (tálamo cóncavo y profundo).
El cáliz es dialisépalo, de cinco piezas de color verde. Los sépalos pueden ser simples o, a veces, de forma compleja con lobulaciones laterales estilizadas. Corola dialipétala, simétrica, formada por cinco pétalos regulares (o múltiplos de 5), a veces escotados, y de variados colores llamativos o sólo blancos. La corola suele ser «doble» o «plena» por transformación de los estambres en pétalos, esto ocurre mayoritariamente en cultivares.

El androceo está compuesto por numerosos estambres dispuestos en espiral (varios verticilos), generalmente en número múltiplo de los pétalos (5x). El gineceo apocárpico (compuesto por varios pistilos separados). Nectario presente, que atrae insectos para favorecer la polinización predominantemente entomófila. Perigina (ovario medio), numerosos carpelos uniovulados (un primordio seminal por cada carpelo), así cada carpelo produce un aquenio.
El fruto es conocido como escaramujo, que corresponde a un tipo de infrutescencia denominada cinorrodón. Está compuesto por múltiples frutos secos pequeños o aquenios (poliaquenio), separados y encerrados en un receptáculo carnoso (hipantio) y de color rojizo vistoso cuando está maduro.